Hemos tenido el placer y el honor de participar en el artículo "La presencia de los niños en los anuncios publicitarios" de la periodista Diana Oliver (@Diana_Oliver en twitter) para el blog de Tacatá Comunicación.
La presencia de los menores en los medios de comunicación en general y en cierto tipo de anuncios en particular es analizada desde el punto de vista de la legalidad. Agradecemos sinceramente la oportunidad brindada.
Por Francisco José Ojuelos Gómez, abogado: derecho procesal civil y contencioso-administrativo. En lo sustantivo, un catálogo variado: DDFF, derecho alimentario y de la salud, acceso a la función pública, ruido, RC, e-commerce y empresa, etc.
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jueves, 27 de octubre de 2016
Mi primer Colacao. Con un par.
Por Julio Basulto (@JulioBasulto_DN) y Francisco Ojuelos (@CriticaProcesal)
Estamos convencidos de que el poder de las fuerzas que conspiran para que comamos mal es enorme, gigantesco, descomunal. Tanto es así que en alguna ocasión nos habrán escuchado decir “sálvese quien pueda”. Por si alguien está tentado de llamarnos agoreros, avisamos de que somos muy partidarios de parafrasear a José Saramago quien afirmó: “’Yo no soy pesimista, es el mundo el que es pésimo”.
Y es que esta semana hemos tenido más pruebas de lo pésimo que es el mundo y del poder de la industria alimentaria. Un poder capaz de obcecar a toda una sociedad pediátrica, como es el caso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP). Seguro que les suena de algo, porque hemos hablado de ella hace poco y de lo mal que nos parece que haya puesto su sello en un azucarado producto llamado “Actimel Kids”. Como azucarado es otro producto recién puesto a la venta y llamado “Mi primer Cola Cao”, en el que también encontramos el dichoso sello SEPEAP.
martes, 11 de octubre de 2016
La promoción o publicidad de efectos adelgazantes sigue estando prohibida, aunque no lo parezca: el R.D. 1907/1996 y un par de Sentencias.
La confrontación del tenor literal de las normas con la constatación subjetiva de la generalización de ciertas conductas provoca a veces estupor. Se pueden poner muchos ejemplos, ya lo hemos hecho alguna vez, pero no parece que haga demasiada falta. Hay veces que la incompatibilidad con el ordenamiento se pone de manifiesto de manera abrupta tras un periodo de tolerancia, cuando cierta interpretación es precisa. El estupor se produce cuando no hace falta interpretación alguna. Esto pasa con la cuestión de la promoción del adelgazamiento.