Un largo recorrido culmina en la publicación de El derecho de la nutrición, un estadio de gran importancia para su autor en un camino apasionante. Desde el descubrimiento de una figura como la del Dietista-Nutricionista, profesional sanitario con titulación universitaria de grado (cuatro años de estudios monográficos en la actualidad) con motivo de mi participación profesional en algunos de los procedimientos judiciales que han terminado en sentencias que han servido para construir alguna pequeña parte del derecho que el libro describe, hasta la actualidad, en la que la colaboración primero y amistad posterior con muchísimos de aquellos -ya por entonces- pesos pesados de la nutrición me ha permitido analizar el derecho con la tranquilidad de saber que, más allá de la inevitable falibilidad, no iba a -si se me permite- patinar en la base: el conocimiento de la más reciente evidencia en nutrición es para mí muy accesible gracias a mi amistad con profesionales de enorme talla.
La existencia de un derecho de la nutrición me parece ciertamente una tesis bien sostenida. Su relevancia -el tiempo lo dirá- se me antoja creciente. No han sido juristas, sino los profesionales que manejan la ciencia de la nutrición en su ejercicio (además de dietistas-nutricionistas, tecnólogos alimentarios, pediatras, farmacéuticos, investigadores en ciencias como la química o la biología, etc.) los que me han descubierto este derecho. Por convicción la mirada se ha dirigido hacia él desde la perspectiva de la salud pública, desde donde más claro se le ve, reluciente y tímido. De manera significada, uno de esos profesionales a los que me refiero es Julio Basulto Marset, que me ha hecho el inmenso honor de prologar el libro con palabras -inspiradas sin duda por la amistad- de las que no soy merecedor.
El libro abarca el estudio de una serie de materias en las que aprecia una ligazón identificable. El índice puede descargarse en en enlace disponible en la web de la Editorial Amarante.
Constituye un grandísimo honor haber publicado con Amarante, que cuenta con un elenco de firmas impresionante, entre las que se incluyen, dentro del apartado “libros técnicos y de referencia” autores como Antonio Arias Rodríguez, José Ramón Chaves, Carlos María Cabrerizo o Rafael J. García-Vilanova, entre otros muy destacados. Mi agradecimiento a la Editorial Amarante y muy especialmente a Mercedes Andrés, Directora de ediciones, que me ha guiado en este proceso: todo un lujo en todos los sentidos aprender de su mano. Igualmente, a Javier A. Vidaurre, que ha hecho la portada y con quien -igualmente- es un placer absoluto trabajar, y a Carlos de Tomás, que me ha orientado en las cuestiones clave con la generosidad y la maestría que destilan los grandes. Un gran abrazo y mi más sincero agradecimiento a la Editorial y a todos ellos y, por supuesto, a todos los lectores del libro, que son al fin y al cabo la razón principal de su publicación.
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